Carlos Marx sobre Simón Bolívar, lo único que leyeron los marxistas

Oleg Yasinsky

Publicado:4 abr 2023 15:41 GMT

El segundo clásico canonizado del marxismo, Federico Engels, dijo una vez: "Nuestra doctrina no es un dogma, sino una guía para la acción". Respecto a esto, la periodista venezolana María Linares comenta: "Si olvidamos esta tesis, le arrancamos al marxismo su alma viva, arrancamos sus bases teóricas más profundas: la dialéctica, la doctrina del desarrollo histórico pleno de contradicciones; quebrantamos su ligazón con las tareas prácticas determinadas de cada época, que pueden cambiar con cada nuevo viraje de la historia". Y mejor aún lo expresó Fidel Castro en 1965: "Es una guía para la acción revolucionaria y no un dogma. Pretender enmarcar en especies de catecismos el marxismo es antimarxista".

 

Últimamente muchos 'marxistas', de los que saben de las marcas comerciales más que de las luchas de sus pueblos, canalizan su incontenible pacifismo apoyando a la OTAN y repiten como loros los terroríficos mantras sobre el "rrregimen rrruso", con un claro dejo de satisfacción y de superioridad intelectual citan una biografía de Simón Bolívar escrita por Carlos Marx en 1857, a pedido de Charles Dana, director del New York Daily Tribune para la New American Cyclopaedia (NAC), donde el genio revolucionario alemán literalmente destruye la imagen del Libertador. Un texto furibundo, injusto, basado en una lectura muy europea de los procesos y hechos en un continente lejano y poco comprensible desde la lógica del Viejo Mundo de entonces. Están saboreando y disfrutando con este texto, exhibiéndolo a todo el mundo con un enfermizo placer, como una especie de coprofilia política. 

Periodismo en los tiempos de la cólera

El enorme Karl Marx era un ser humano. No conocía América Latina y tenía todo el derecho de equivocarse en algunas opiniones, sobre todo en aquellas que, como la de Simón Bolívar, fueron basadas en interpretaciones de terceros. También se equivocó con otras cosas más importantes, como que el lugar de la futura revolución socialista en Europa no sería en 'su' Europa, es decir, sucedió en Rusia, un país agrícola, mucho más atrasado que las industrializadas Inglaterra o Alemania. No es menos grande por eso. Los jóvenes marxistas de ahora son muy diferentes a esos viejos personajes aburridos que pasaban la vida leyendo, pensando y soñando. Cuando se les dijo que para aprender primero había que desaprender, ellos cumplieron solo con la segunda parte, y con la gran finura que caracteriza a su generación, rechazaron la ingrata y absurda tradición de velar por los pobres. Aunque como son tan despiertos y críticos del sistema, optaron por ser marxistas. Además, les pareció muy 'cool' lo de la barba. Ahora todos tienen una, hasta el presidente de Chile, el señor Gabriel Boric.

El inoportuno artículo de Marx sobre Bolívar ahora es un arma infalible. Y no es solo para atacar a Venezuela. Todo este 'Tercer Mundo' no cabe en su ideal de 'marxismo', y no hay ninguna revolución que les sirva. Si ellos fueran un poco más cultos, su reclamo de hoy también incluiría la acusación de que "los comunistas cubanos apoyaron la dictadura de Batista", un tema tan querido por los demócratas de Miami, le sacarían más jugo al conflicto político entre Augusto César Sandino y Farabundo Martí y disfrutarían mucho más la tradicional definición marxista de que la clase campesina es "retrasada, reaccionaria y ultraconservadora" para desacreditar a todos los movimientos campesinos e indígenas que hoy son la principal, viva y, de lejos, la más organizada fuerza antineoliberal del sufrido continente latinoamericano. Por suerte, los caminos de la revolución no tienen mapas y el pensamiento colectivo no puede ser recluido en lemas ni guiones, se construye a diario con sangre, amor y sueños.

Mientras unos luchan dando sus vidas con todas las imperfecciones, errores políticos y faltas gramaticales, los otros deambulan de revista en revista, criticando a las masas ignorantes que "nunca entienden" y cobrando sus honorarios.

La 'izquierda' antisoviética y anticomunista de ayer y la antibolivariana y antirrusa de hoy no es un simple oxímoron entre tantos absurdos del momento, sino partes del mismo proyecto del poder mundial capitalista que apostó por socavar la posibilidad de las luchas reales contra el imperialismo, el neocolonialismo y la explotación del hombre por el hombre, (y ahora pensando en inteligencia artificial, con la posibilidad actual de la explotación absoluta del hombre por la máquina)

Los fanáticos religiosos de la palabra de Marx, que como todos los dogmáticos que no tienen cómo entender la filosofía tal vez nunca se darán cuenta de que no solo confunden a las personas, sino que están haciendo un trabajo sucio a favor del sistema empeñado en dividir y desaparecer cualquier posibilidad de resistencia.

Ya sabemos qué piensan de Bolívar y que su blanco verdadero es Chávez, con el sueño de la unión latinoamericana. Así que esperemos la continuación de su delirio que vendrá con sus próximas revelaciones, seguramente sobre José Martí o Fidel Castro.

"Quienes se equivoquen o no sean consecuentes con el pensamiento revolucionario fracasarán, serán derrotados e incluso suplantados, porque el marxismo no es una propiedad privada que se inscriba en un registro". Fidel Castro.

P.D. ¿Algún revolucionario moderno ya acusó a Fidel de ser agente del imperialismo por haber aceptado dineros de los fondos norteamericanos para comprar el Granma? (para los más confundidos, el yate, no el diario).

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

MI RESPUESTA 04082023

Un texto furibundo, injusto, basado en una lectura muy europea de los procesos y hechos en un continente lejano y poco comprensible desde la lógica del Viejo Mundo de entonces. Están saboreando y disfrutando con este texto, exhibiéndose a todo el mundo con un enfermizo placer, como una especie de coprofilia política. También podemos decir que de esta misma manera se ensaño Marx contra Bolívar, debe haber tenido un orgasmo revolucionario tan elocuente, que la Enciclopedia Británica no acepto su escrito sobre el Libertador. Los Marx no fue producto de la ignorancia y la poca comunicación entre el viejo y nuevo continente, fue producto de la amenaza que constituye una revolución libertadora del yugo de una tiranía monárquica, que podría obstaculizar su versión de una nueva monarquía política religiosa cómo se convirtió el Marxismo, una religión para sustituir las cristianas-musulmanas. Marx sabía perfectamente lo que sucedía en América, contraria a sus deseos al modelo capitalista monárquico de la Inglaterra que aspiraba dominar el mundo y el de proveer los esclavos de un régimen comunista al capitalismo de los poderosos señores capitalista de su tiempo. Eran los tiempos de la industrialización y se hacía necesario controlar a la gran masa de trabajadores mediante una religión política que proveyera lo mínimo necesario para que la nueva forma de esclavitud rindiera sus frutos. Esto comenzó a cambiar cuando derrumbó la URSS para dar pasado al modelo chino, que también se les fue de las manos porque ahora compite el gran capital con sus propias invenciones. Los que le rinde culto a Marx

Felipe Torrealba

 

El artículo de Marx sobre Bolívar responde, primero, a la vaga y errónea idea que tenía Marx sobre nuestra América, y un poquito también sobre España. Tal vez, incluso, en ideas mal revisadas de Heǵel; y a la fuente que usó (sin duda, no consultó otras fuentes porque las que tenía a mano le parecían adecuadas). Fue un artículo creo que para un proyecto de enciclopedia que no llegó a su fin, me parece que por el comienzo de la Guerra de Secesión norteamericana. Era una de las pocas entradas monetarias que en ese tiempo tenía Marx.


El artículo -dejando de lado la desgraciada idea que parece tener sobre nosotros- no resiste el menor análisis histórico. Hay otros indicios sobre su visión: un comentario de Engels sorprendido por la paliza que se llevó Béreford en las invasiones británicas a Buenos Aires, su idea de lo bueno del robo a mano armada de USA a México de Texas, California, Nuevo México, Arizona, Nevada y algo más (aunque después lo lamentó porque fueron territorios en los que se permitió la esclavitud porque estaban al Sur de la línea Mason-Dixon), y algunas cosas más. Hay incluso ciertos comentarios sobre la batalla de Ayacucho que dejan pensar que los españoles la perdieron por ineptos y nada más.


Ahora bien, Carlos Marx escribió cuatro tomos sobre El Capital, que no sólo son la mejor defensa de todos los explotados del mundo, sino una descripción brillante y apocalíptica de un sistema perverso, inmoral y autodestructivo que nos está llevando a la extinción. Ayudó con toda su energía a la defensa de los perseguidos y parias de Europa, y fue honrado por la burguesía de ese tiempo con insultos, persecusiones y mentiras. Marx estuvo y estará siempre de nuestro lado. Y de paso, sus diagnósticos sobre la posibilidad de una revolución en Rusia no estuvieron tan errados, y hasta estudió ruso para poder leer documentos en los que basar sus suposiciones.

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Felipe Torrealba  rauloromihace unos segundos

Los adoradores del culto político religioso del Marxismo, comunero, comunista, nos quieren hacer ver que Marx no estaba bien informado de Bolívar, como si la gesta libertaria en América fuera poca cosa. Si se expresó de esa manera de Bolívar porque ignoraba lo que ocurría en América, lo que demuestra una gran irresponsabilidad y engreída creencia de que podía calificar como un Dios infalible, como creen es su querida feligresía política religiosa

 

https://actualidad.rt.com/opinion/oleg-yasinsky/462908-carlos-marx-simon-bolivar-marxistas?utm_source=Email-Message&utm_medium=Email&utm_campaign=Email_d

El ÚLTIMO Mensaje de "Andrew Tate" I Soy Inspiración

ESCLAVITUD EN DEMOCRACIA.

Si nosotros, el pueblo, la gente honesta no nos incorporamos de manera valiente, decidida a terminar de una vez y por todas el imperio de corrupción, de mentiras, de incompetencia siga gobernando este país, se cumplirá las palabras que pronuncio un Presidente Colombiano, luego de que Venezuela fuera despojada sin disparar un tiro de una 5ta parte de su territorio, por la cobardía e ignorancia de los lideres políticos y militares que no han sabido defender a la patria, porque han puesto primero sus intereses personales, que el bienestar colectivo, preservando nuestra soberanía y costumbres del ser venezolanos.

 

UNASUR se reinventa para que regrese Venezuela 2022

 La Unasur debe ser cerrada y reemplaza con la CELAC. Uno no vuelve a un lugar al ser expulsado de la manera que lo fue Venezuela a instancia de gobiernos que no son miembros, ni socios de la UNASUR. La Unión de los paises no puede ser por razones ideológicas, de credo o personales, porque están destinadas al fracaso, debe ser por un conjunto de intereses comunes y de necesidad de presentar un frente unidos en materia de seguridad e intercambio comercial favorable a todos. Esa supuesta marea de políticos de izquierda es una gran mentiras porque la mayoría están vendidos al poder del dinero y las presiones que vienen de poderes extranjeros. La unión se debe dar en donde todos ganen, cuando interviene la ideología, la carga pasa a pocos paises, como ocurre con Venezuela donde todos quieren petróleo barato y ni lo pagan, mientras lo lideres en Venezuela se pavonea como grandes filántropos con dinero que no les pertenece

Felipe Torrealba

Segunda Venida de Jesucristo en el Nuevo Testamento

Isaías 33–34

Antiguo Testamento Guía de estudio del Antiguo Testamento para el alumno

¿Qué sientes al pensar en la segunda venida de Jesucristo? ¿La deseas con expectativa o sientes miedo? En Isaías 33 dice que algunos deberían temer la Segunda Venida porque son inicuos y no están preparados para estar con el Señor; también habla de los que morarán con Él y describe cómo serán. Los que desean vivir con el Señor deben subrayar esas cualidades y esforzarse por desarrollarlas. El capítulo 34 de Isaías parece ser, hasta ahora, el más severo de todos los que hablan de destrucción; en él se describen los juicios que sobrevendrían a los inicuos, tanto en la época de Isaías como poco antes de la Segunda Venida. No obstante, debemos recordar que esos terribles juicios los recibirán solamente aquellos que hayan sido amonestados y hayan decidido seguir siendo malvados de todos modos. El Señor no desea que ninguno de Sus hijos reciba esa clase de castigos (véase 2 Nefi 26:23–8); pero si una ley se ha quebrantado, es preciso que sobrevengan las consecuencias (véase D. y C. 63:33–34).

 

Si has leído alguna vez los capítulos antes citados, en donde se encuentra el Anuncio de la 2da venida de Jesucristo, cuando faltaban siglos para su primera venida como salvador y predicador de la doctrina del Amor.

Aquí vean lo que se predica en Isaías 33-34 en el viejo testamento. Nada que ver con las enseñanzas de Jesucristo.

Isaías 33-34

Reina-Valera 1960

Jehová traerá salvación

33 ¡Ay de ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; ¡que haces deslealtad, bien que nadie contra ti la hizo! Cuando acabes de saquear, serás tú saqueado; y cuando acabes de hacer deslealtad, se hará contra ti.

Oh Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tú, brazo de ellos en la mañana, sé también nuestra salvación en tiempo de la tribulación. Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte tú. Sus despojos serán recogidos como cuando recogen orugas; correrán sobre ellos como de una a otra parte corren las langostas. Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro.

He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos.

10 Ahora me levantaré, dice Jehová; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. 11 Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. 12 Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego. 13 Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. 14 Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16 este habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.

17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. 18 Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba?, ¿qué del pesador del tributo?, ¿qué del que pone en lista las casas más insignes? 19 No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas. 20 Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. 21 Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. 22 Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará. 23 Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín. 24 No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad.

La ira de Jehová contra las naciones

34 Acercaos, naciones, juntaos para oír; y vosotros, pueblos, escuchad. Oiga la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y todo lo que produce. Porque Jehová está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero. Y los muertos de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se disolverán por la sangre de ellos. Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera.

Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema. Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de machos cabríos, de grosura de riñones de carneros; porque Jehová tiene sacrificios en Bosra, y grande matanza en tierra de Edom. Y con ellos caerán búfalos, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura.

Porque es día de venganza de Jehová, año de retribuciones en el pleito de Sion. Y sus arroyos se convertirán en brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente. 10 No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella. 11 Se adueñarán de ella el pelícano y el erizo, la lechuza y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de destrucción, y niveles de asolamiento. 12 Llamarán a sus príncipes, príncipes sin reino; y todos sus grandes serán nada.

13 En sus alcázares crecerán espinos, y ortigas y cardos en sus fortalezas; y serán morada de chacales, y patio para los pollos de los avestruces. 14 Las fieras del desierto se encontrarán con las hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañero; la lechuza también tendrá allí morada, y hallará para sí reposo.

15 Allí anidará el búho, pondrá sus huevos, y sacará sus pollos, y los juntará debajo de sus alas; también se juntarán allí buitres, cada uno con su compañera. 16 Inquirid en el libro de Jehová, y leed si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó, y los reunió su mismo Espíritu. 17 Y él les echó suertes, y su mano les repartió con cordel; para siempre la tendrán por heredad; de generación en generación morarán allí.

 

Aquí otras citas que anuncian la supuesta 2da venida de Jesucristo en los términos arriba anunciado. Desde partida de Jesucristo comenzaron a predicar el inminente regreso de Jesús, pero ningún predicador cita las palabras del propio Jesucristo a la pregunta de cuando regresara. Eso no conviene ya que no podrían usan el miedo, la amenaza, para atraer o mantener a los que creen en Jesucristo o a los que dicen ser sus legítimos representantes. Ver cita al final.

 

  • Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.

Mateo 24:44  Mesías

·         Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.

Hebreos 10:24-25 comunidadestímuloequipo

·         Skip Ad

  • El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo pronto».
    Amén. ¡Ven, Señor Jesús!

Apocalipsis 22:20 Jesús

·         Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor.

Mateo 24:42 paciencia

  • ¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho.

Apocalipsis 22:12 Jesúsrecompensa

·         Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.

1 Pedro 4:7 descansooración

  • Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona.

Apocalipsis 3:11 recompensapaciencia

·         Yo soy el Alfa y la Omega —dice el Señor Dios—, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

Apocalipsis 1:8 vida eternafiabilidadDios

  • ¡Miren que viene en las nubes!
    Y todos lo verán con sus propios ojos,
    incluso quienes lo traspasaron;
    y por él harán lamentación
    todos los pueblos de la tierra.
    ¡Así será! Amén.

Apocalipsis 1:7 Jesúscrucifixión

·         Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: —Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.

Hechos 1:10-11 ascensióncieloJesús

  • Y ahora, queridos hijos, permanezcamos en él para que, cuando se manifieste, podamos presentarnos ante él confiadamente, seguros de no ser avergonzados en su venida.

1 Juan 2:28 confianza

·         Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.

Mateo 7:15 profecíaropa

  • Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

2 Pedro 3:8 Diospaciencia

·         Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.

Filipenses 1:6 Jesúsrenacimiento

  • No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.

Efesios 4:30 Espíritu Santodolor

·         Por eso, si les dicen: “¡Miren que está en el desierto!”, no salgan; o: “¡Miren que está en la casa!”, no lo crean. Porque así como el relámpago que sale del oriente se ve hasta en el occidente, así será la venida del Hijo del hombre.

Mateo 24:26-27 Jesús

 

LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE

MATEO 24: 29-35

MARCOS 13:20-31

LUCAS 21:5-6, 25-33

 

Primer tomo del Libro de las Memoria del General José Antonio Páez.

PROLOGO

Con homenaje digno de él despidieron los Estados Unidos, hace poco, los restos del que, sin más escuela que sus llanos, ni más disciplina que su voluntad, ni más ejército que su horda, ni más semejante que Bolívar, sacó a Venezuela del dominio español, con tanta furia en la pelea como magnanimidad en la victoria, en una carrera de caballo que duró dieciséis años. En parada solemne fue escoltado el cadáver por las calles más nobles de Nueva York, desde el cuartel del regimiento de Milicias al muelle de donde, al son de los cañonazos funerales, lo transportó una lancha de vapor al buque de guerra que, por decreto del Congreso de Washington, llevaba los restos del héroe á Venezuela. Abría la parada la policía a caballo; la mandaba desde un coche, envuelto en su capa militar y con la muleta caída á un lado, el general Daniel Sickles, el que ganó la batalla de Gettysburg de una pujante arremetida; seguía la artillería, con sus obuses relucientes; la marina, de bayeta y cuero; la caballería, de amarillo y azul; la tropa de línea, sobria; la milicia, con colores y galas; una guardia de honor, gris; una escolta de oficiales mayores, con sombreros plumados y espadines de oro; otra de veteranos, con las mangas vacías prendidas al pecho. Las músicas vibraban. Las damas venezolanas saludaban el séquito con sus pañuelos, desde un balcón. Las aceras estaban llenas de curiosos. A la cabeza de los húsares iba Sheridan, el que de un vuelo de caballo cambió la fuga de sus escuadrones en Victoria. Presidiendo la comitiva iba Sherman, el que acorraló sobre sus últimos reductos al Sur exangüe. Cerraba el séquito doble hilera de coches, con los comisionados de Venezuela y los del Municipio, los ciudadanos prominentes que dispusieron estas honras, representantes de Boston y de Brooklyn, magistrados y generales, ministros y cónsules, neoyorkinos e hispanoamericanos. Aquella música heroica, aquel estruendo de cureñas, aquel piafar de la caballería, aquellos uniformes galoneados, aquellos carruajes de gente civil, eran cortejo propio del que con el agua al pecho y la lanza en los dientes salió de los esteros del salvaje para ganar, en la defensa de la libertad, los grados y riquezas que otros ganan oprimiéndola, y morir al fin recomendando á sus compatriotas que, "como no sea para defenderse del extranjero, jamás toquen las armas". En una caja amarilla, como su pabellón, iba el cadáver, con las coronas de la Sociedad Literaria Hispanoamericana, del Consulado de Santo Domingo, del 7o Regimiento, del fiel amigo Bebus, y una espada de flores, y la corona de los cubanos. "Cerca, mi Dios, ¡de tí”! tocaba la banda a un lado del muelle, cuando iba él. Ataúd del féretro a la lancha, en hombros de ocho marinos. En fila la caballería, la artillería, las milicias, la tropa de línea. El cañón, de minuto en minuto. Todos los sombreros en las manos. Aquellos honores eran eco del asombro con que los Estados Unidos oyeron contar, y leyeron en libros y diarios ingleses, las proezas del llanero épico que con el decoro y hombría de su trato supo más tarde, en su destierro de veinte años en New York, mantener para el hombre resignado la admiración que despertó el guerrero. Sus amigos de entonces son hoy magnates de la banca, columnas de le religión, cabezas de la milicia, candidatos a la Presidencia de la República. "Aun lo recordamos", dicen, "cortés y verboso, puntual en sus citas, muy pulcro en el vestir, lleno de generosidad y de anécdotas, amigo de las damas y del baile, sin que lo de general y presidente se le viera más que en algún gesto de imperio de la mano ó en alguna centella de los ojos". ! Aun recuerdan al prócer arrogante que en las noches de invierno les contó las guerras increíbles de aquellos hombres que cargaban, como Sánchez, un cañón a cuestas; de aquellas mujeres, que decían a sus esposos, como la de Olmedilla: "prefiero verte revolcar en tu sangre antes que humillado y prisionero;" de aquellos jinetes que amansaban al amanecer al potro salvaje con que a la tarde iban dando caza, hasta contra anca, al enemigo. Así quisieron sus amigos de antes despedir con majestad al que tantas veces les apareció con ella. Así honró á aquella lanza insaciable el pueblo que se opuso, por razones de conveniencia, á que coronara su hora. Nadie comenzó su vida en mayor humildad, ni la ilustró con más dotes de aquellas sublimes que aparecen, con el misterio de la vida, venir a los hombres privilegiados del espíritu mismo de la tierra en que nacen. Vio la luz á la orilla del agua el que había de librar en ella ha tal Isa de caballería, como en la tierra firme. Le enseñaron con sangre, en la escuela de la señora Gregoria, la doctrina cristiana y los palotes de Palomares; cartuchos de pulpería y panes de azúcar fueron sus primeras armas, cuando sirvió á su tío el pulpero de mancebo, y por la tarde le ayuda a e sembrar el cacaotal; pasó la mocedad de peón de hato, trayendo y llevando camazos de agua caliente, para que se lavase los pies el capataz de pelo lanoso que no veía con gusto su cabello rubio: á lomo pelado, sin más riendas que las crines, salió a la doma del potro salvaje, rebotando, mugiendo, salvando quebradas, echado al cielo, volando; escarmenaba cerdas para los cabestros o echaba correas a la montura, en los pocos ocios que le permitía Manuelote, sentado en un cráneo de caballo ó en la cabeza de un caimán, que eran allí los únicos asientos; "yo no le pregunto si sabe nadar", le decía Manuelote; "lo que le mando es que se tire al río y guíe el ganado;" su comida era un trozo de la res recién muerta, asada al rescoldo, sin pan y sin sal, y el agua de la tapara la bebida, y la cama un cuero seco, y el zapato la planta del pie, y el gallo el reloj, y el juez la lanza; cantó á la puerta de su novia, en los domingos y las fiestas, aquella poesía selvática y profunda que suele interrumpir el rival celoso con otra poesía, y luego con la muerte; y de pronto, así como los llanos chamuscados y sedientos, albergue sólo del cocodrilo moribundo y de la víbora enroscada, surgen a las primeras lluvias cubiertos de lozanía, fragancia y verdor, y el potro relincha, y el toro renovado se encela, y cantan los pájaros, esmeraldas aladas, y todo entona con estallidos y chispazos el venturoso concierto de la vida, así el alumno de la señora Gregoria, el criado de la pulpería, el que traía y llevaba los camazos, pone el oído en tierra, oye a lo lejos, convocando al triunfo, los cascos del caballo de Bolívar, monta, arenga, recluta, arremete, resplandece lleva caballo blanco y dormán rojo, y cuando se le ve de cuerpo entero, allí está, en las Queseras del Medio, con sus ciento cincuenta héroes, rebanando enemigos, cerrándolos como en el rodeo, aguijoneando con la lanza, como ha ganado perezoso, á las hordas fatídicas de Morales. Pasa el río; se les va encima; los llama a pelear; les pica el belfo de los caballos; finge que huye se trae a las ancas toda la caballería. “! ¡Vuelvan caras!" dice, y con poco más de cien, á la luz del Sol, que volvió a parar su curso para ver la maravilla, clavó contra la selva a seis mil mercenarios, revueltos con el polvo, arrastrados por sus cabalgaduras, aplastados por sus cañones, caídos sobre sus propios hierros, muertos antes por el pavor que por la lanza! Así venció en su primera pelea formal, en la Mata de la Miel; así en la última, trece años después, cuando aseguró la independencia del continente en Carabobo. “! ¡A vengar mi caballo!" dijo en la Mata, y se trajo sin jinetes, porque á lanzazos los sacó de las sillas, todos los caballos de López! “! ¡A vengar a mi negro Camejo!" dijo en Carabobo; carga con sus seiscientos, gana la rienda y rompe al enemigo, vuelve con todas "las lanzas coloradas" y es libre la América. Tres años sirvió de soldado durante la primera guerra, y cuando en sus filas no había llegado más que á sargento, en las del enemigo, triunfante en 1813, lo querían para capitán de caballería. ¿No era él quien desmontaba en un encuentro treinta jinetes? ¿El "tío", el "compadre", el "mayordomo" de los llaneros? ¿El que por generoso los deslumbraba, y por astuto, y por fuerte? ¿El que veía de una legua, clavaba de un saetazo a al puerco montés, domaba el potro con mirarlo fijo, volcaba al toro de un tirón de cola? Pero él se escurre por un lado del monte, á ser capitán de los patriotas, que á poco se le cansan, y ya no son más que veinte, y luego dos, y luego él solo. Le quitarán la espada con engaño; ¡porque frente a frente, ni el pueblo entero de Canaguá se la quitaría! ¡Lo cargarán de grillos en Barinas! a mí los más pesados!" Lo habrían matado de noche, como a todos los presos, á lanzazos, si con sus ruegos y los de un amigo no ablandase el corazón del carcelero, que le quitó los hierros. ¿A dónde irá ahora Páez? ! A buscar su caballo y sus armas, para venir, él solo, ¡a rescatar a sus compañeros! “! ¡Quién vive!" le grita la guardia. "El demonio, que pronto vendrá a cargar con ustedes!" Vuelve riendas. "[Adelante!" grita á un batallón invisible. La guardia se echa por tierra. De un planazo se concilia al alcalde dudoso. Saca libres a ciento quince presos. Abre otra cárcel, llena de mujeres. Y sin más. Compañero que un gallardo español que no le conoce, y á quien dará después su bolsa, como para castigarse por haber pensado en cobrar en él toda la ofensa de que viene lleno, sale otra vez, sin aceptar el sacrificio cierto del pueblo de Barinas, que lo aclama por jefe, á levantar el ejército allí donde la libertad está, más segura que en las poblaciones, en los llanos. En los llanos, leales al rey, ¡pero él levantará ejército! Sus primeros soldados son cinco realistas que le intiman rendición. Luego saldrá al camino, puesto en apuros para demostrar a los cinco reclutas cómo es verdad que tiene por lo cercano una compañía, que nunca llega; topa con una banda de indios; los aterra; los hace echar al suelo las flechas; con todas ellas y los arcos ata un haz; y se lo lleva á la espalda, y entra en el pueblo con los indios presos. Con los llaneros que desprecia Carda de Sena organiza en Mérida su primera compañía: con los prisioneros de su teniente en Banco Largo monta los "Bravos de Páez": con el aguardiente y su palabra enardece de tal modo á los indios de Canabiche, temerosos de la fusilería, que los indios, transfigurados, se pican la lengua con la punta de la flecha, se embadurnan el rostro con la sangre que les sale de la herida y mueren abrazados á los cañones. Cuando no tiene más, sale a campaña con tres lanzas y un fusil; pero si quiere caballos para la gente que se le allega, ¿no van montados los realistas? si le faltan barcas con que defender el río, ¿para qué están las flecheras españolas, que huyen a cañonazos, corriente arriba? por eso escogió Páez de pinta rucia los caballos de Sus mil llaneros, porque los rucios son buenos nadadores. Ni, los hombres, ni las bestias, ni los elementos le habrán de hacer traición; porque él, que al empezar la pelea cae a veces sin sentido de la silla por la fuerza con que le acomete el deseo de ir a recibir los primeros golpes; él, que en cuanto se ve solo ataca, y en cuanto ataca vence; él, que cegado por el combate se va detrás del enemigo con un niño por único compañero, mientras su tropa se queda atrás entretenida con el botín; él, que arenga a sus lanzas de este modo, en la Mata de la Miel: '" al que no me traiga un muerto lo paso por las armas I;" él no humillará jamás á un bravo, ni se ensañará contra el vencido. Al pujante Sánchez sí lo sacará de la montura en la asta de la lanza, y como que. Cuando lo tiene en tierra bajo la rodilla, "prorrumpe en palabras descompuestas é impropias del momento en que se hallaba," lo rematará de otro lanzazo; pero cuando un patriota sanguinario deshonra sus armas descabezando prisioneros indefensos, "ya al caer la quinta ", no puede contener la indignación que le sofoca; para al bárbaro; acude á su superior; defiende a los prisioneros delante de la tropa. '" No; ni la más estricta obediencia militar," escribió luego, "puede cambiar la espada del soldado en cuchilla del verdugo I" Así iba ya, de jefe suelto, algo más libre que al principio da jefes torpes y rivales celosos, á la cabeza de su gente de lanza que le adora, que le para el caballo para pedirle lo que quiere, que le quita de las manos la lonja de carne que se lleva á la boca. Van por los. Ríos de noche, voceando para ahuyentar los caimanes; por los esteros cenagosos, sacando á pujos de brazos su animal ahogado; por los llanos encendidos, entre brotes de llamas, turbiones de humareda, bocanadas de polvo. No hay más comida que la res que matan; y los soldados, sin sombrero y vestidos de pieles, se apean, lanza en ristre, á disputarse el cuero fresco. La banda sigue al paso, afilando al chuzo de albarico, asegurando al astil con correas de cuero la cuchilla floja. Páez va delante, "descalzo y maltratado de vestido," con unas calzas de bayeta roídas hasta media pierna. Cruzan los ríos con las armas y la montura á la cabeza; al que no sabe nadar le hacen bote de un cuero; si la carga es mucha, con tiras sin curtir recogen los bordes de una piel, echan dentro lo pesado, y al agua van, con su caballo de una mano y la cuerda en los dientes. Al salir á un yagual, descubren a un hombre acuclillado, con las manos en la maraña del cabello. Con la mirada fija .en tierra; tiene a los pies, mondados, los huesos de su propio hijo. De cuando en cuando se encuentran, colgadas en una jaula ö clavada en una escarpia. La cabeza de una patriota frita en aceite; un día, después de vencer, desclavan la cabeza de Aldao, y sale volando un pájaro amarillo, como su bandera, que tenía allí su nido' ¿Qué es Monteverde, ¿qué es Calzada, ¿qué es Correa? Qué es Latorre, ¿qué es Boves, ¿qué es Morillo? Cuando aún tienen su plan en el cerebro, ya Páez está á sus talones deshaciéndolo. Adivina todas las vueltas y ardides del español y calcula con exactitud los movimientos que deben nacer de sus defectos y virtudes. Obedece a sus presentimientos, y se salva. Al azar nada fía y 10 prevé todo antes de empeñar el combate; pero ya en él, no pierde un gesto. Improvisa recursos singulares en los instantes más comprometidos. Engarfia al más astuto. Siempre le ocurre lo que el enemigo no puede prever. Lleva la carne muerta de tres días, para que no lo delaten los buitres que caen sobre la matazón reciente. Cada encuentro le enseña el modo de vencerlo. Su estrategia es original, pintoresca y sencilla. Sobresale en simular un ataque, y vencer con otro; en fingir fugas de caballería, partir las fuerzas que le dan caza, y revolver con toda la gente sobre la una,

Y luego sobre la otra; en sacar al campo al enemigo, de modo que la infantería lo envuelva; en decidir una batalla dudosa con una inesperada acometida. !Qué peleas, hará}o a brazo, la de la Miel, la de los Cocos, la de Mucuritas, la de las Queseras, la de Carabobo I Aquellos mil hombres parecen un solo hombre: se tienden por la llanura, galopan al mismo son, ondean como una cinta, se abren en abanico, se forman en una sola hilera, se repliegan anca con anca, desbocase en cuatro bandas, para revolver á una sobre el enemigo dividido; vuelven á escape del triunfo, sacudiendo las lanzas en alto. No eran aún más que cien, allá por IHq, X ya Páez se iba á citar á combate con baladronadas al jefe realista ...El jefe vencido se echaba al río y Páez se echaba tras él, cruzaba el río antes y lo esperaba á la otra orilla, para perdonarlo. Se les caen al suelo los potros moribundos y la pelea sigue pie á tierra. Va á venir por aquel lado el español; y lo aguardan hora sobre hora, tendidos sobre los cuellos de los caballos. Los apura el contrario numeroso y pasan la noche en el estero. Vienen á cazarlos con harcas y ellos se echan al agua, se acercan á la borda, se zabullen en cuanto luce la mecha del callón, pican con el asta el pecho de los artilleros, toman desnudos, lanza en mano, las flecheras desiertas. Se prepara Morillo, con el favor de la noche, á echarles encima sus fuerzas mayores; y Páez, que no sabe de Aníbal ni de sus dos mil hueves, ata cueros secos á la cola de cuatro caballos, y á la vez que echa al aire un tiroteo, lanza á los brutos desesperados sobre el campo español, que presa del pánico levanta tiendas. Si el viento va detrás del enemigo, incendia la sabana, y en medio de fuego espantoso, entre columnas de humo y lenguas de llamas, carga catorce veces la caballería. A Puerto Cabello, entretenido en maniobras falsas, lo asalta de noche á caballo por el mar, y lo toma. Y cuando en IHIH, horas después de abrazar por primera vez a Bolívar, quiere el héroe, impaciente, vadear el Apure, burlando las cañoneras españolas del Copié, "yo tomaré las cañoneras", dice Páez: sus bravos se desnudan y se echan al río con los caballos en pelo y la lanza en la boca; nadan con una mano y con la otra guían a su cabalgadura; llegan a las cañoneras, saltan del agua al lomo, del lomo a la cubierta, ¡de la cubierta a la victoria! Suyas son. Bolívar, vencedor, pasa el Apure. Grande era Páez al resplandor de las llamas de San Fernando, incendiado por sus propios habitantes para que Morillo no pudiera hacer de él fortaleza contra los patriotas; grande en los llanos, cuando, ijar contra ijar, con luces émulas centelleándoles los ojos, iba su caballo blanco al lado del potro rucio de. Bolívar; grande en las Queseras, tundiendo á los de Morales con el cuento de la lanza, cuando, de herir á los seis mil con sus ciento cincuenta, ya se le había embotado al hasta el filo; grande en Carabobo, cuando, señalándose al contrario por su penacho rojo, que acude de sus infantes abatidos á su caballería desordenada, ve venir al "primero" de sus bravos, al negro Camejo cuyo caballo, muerto como su amo, cae de rodillas a sus plantas; de un vuelo del brazo cita á los jinetes que le quedan, y cuando un realista compasivo lo levanta del síncope que lo ha echado por tierra, del poder de España en la América no quedan más que los cascos, rojos por la sangre que empapa la llanura, de los 'caballos de Valencey y de Barbastro! Pero el llanero criado en el mando de su horda omnipotente jamás fue tan grande como el día en que de un pueble lejano mandó llamar al cura, para que le tomase, ante la tropa, el juramento de ser fiel á Bolívar; ni aquel guerrero, saludado durante dieciséis arios á la entrada de los caminos por las cabezas de sus tenientes en la picota ó la jaula, venció nunca tanto como el día en que, roto con honor el último acero de España en Puerto Cabello, ni la humilló, ni se vengó, ni le colgó en jaulas la cabeza, ni la clavó en picas, sino que le dio salida libre del castillo, á tambor batiente y bandera desplegada. ¿Podrá un cubano, á quien estos recuerdos estremecen, olvidar que, cuando tras dieciséis años de pelea, descansaba por fin la lanza de Páez en el Palacio de la Presidencia de Venezuela, á una voz de Bolívar saltó sobre la cuja, dispuesta á cruzar el mar con el batallón de "Junín", "que va magnífico", para caer en un puerto cubano, dar libres á los negros y coronar así su gloria de redentores con una hazaña que impidieron la sublevación de Bustamante en el Perú, á donde Junín tuvo que volver á marchas prontas, y la protesta del Gobierno de Washington, que "no deseaba cambio alguno en la condición ni en la posición política de Cuba?" Bolívar sí lo deseaba, que, solicitado por los cubanos de México y ayudado por los mexicanos, quiso á la vez dar empleo feliz al ejército ocioso y sacar de la servidumbre, para seguridad y adelanto de la América, á la isla que parece salir, en nombre de ella, ¡á contar su hermosura y brindar sus asilos al viajero cansado de la mar! Páez sí lo deseaba, que, al oír, ya cano y viejo, renovarse la lucha de América en la isla! volvió a pedir su caballo y su lanza!! Oh. ¡Llanero famoso! tú erraste luego, como yerra el militar que se despoja, por el lauro venenoso del poder civil. De la corona inmarcesible que los puebles tributan á sus héroes desinteresados; tú creías tener razón para olvidar el juramento que empeñaste al cura; tú te dejaste seducir por el poder, cuyo trabajo complicado exige las virtudes que más se quebrantan en la guerra; pero jamás fuiste cruel, ni derramaste para tu provecho la sangre de los tuyos, ni deprimiste, para mantener un falso engrandecimiento, ¡el carácter de tus conciudadanos! ¡Donde quiera que estés, duerme! Mientras haya americanos, tendrás templos; mientras haya cubanos, ¡tendrás hijos!

José Marti

Hugo Chávez tildó de traidor a Páez sin mostrar las pruebas. Cuando en realidad ellos, Chávez y Maduro en el lugar de Páez se hubieran entregado como mansos corderitos a la hegemonía que ejerce la oligarquía neogranadina de la gran Colombia. Lo que impulsa a Chávez tratar de traidor a Páez, no es un estudio profundo de la Historia, sino una intoxicación de medicamentos para contrarrestar el cáncer y la ideologización marxista que ya calaba profundamente en su cuerpo y alma. Ya había pronunciado su famosa frase que ASUMO EL MARXISMO, dejando atrás el Socialismo del Siglo XXI, que había que construir, porque el Marxismo ya todo está dicho y hecho. Según Chávez, la separación de Venezuela de la gran Colombia es la traición cometida por Páez, como si en aquellos tiempos existiera una democracia y comunicaciones como existen hoy día para poder resolver los asuntos de la nación. Como Bolívar se llevó el gobierno de la Gran Colombia a Bogotá, allí dominaba la oligarquía, tenía el control de gran parte del gobierno, Bolívar gobernaba como dictador al fracasar la reunión de Ocaña en donde se iba a constituir la republica de derecho, porque hasta el momento era de hecho, por la espalda. Lo que fue la capitanía general de Venezuela, había sido reducida desde Carabobo a Caracas, dejando como gobernador al triunfador de Carabobo. Si hubiera sido Chávez o Maduro, hubieran corrido apresurados a entregarse a Santander y al Congreso para ser juzgado y permitir que la Oligarquía Neogranadina acabarán como el máximo líder de Venezuela del momento. Los adoradores de Marx, el mismo que trato de cobarde y criminal a Bolívar, acusan de traidor a Páez porque no se entregó a Santander. Como Chávez producto de la intoxicación medica e ideológica lanzo esa infamia contra Páez, sus sucesores incapaces de producir ideas propias, de estudiar y sacar sus propias conclusiones repiten como una sentencia divida la infamia de Chávez contra Páez. Como hizo contra Bolívar y Cristo al calificarlos como los primeros socialistas. El Marxismo nace de la financiación de la Banca Judía Británica, los mismos creadores del capitalismo y al cual le sirven fielmente como la disidencia controlada.

Felipe Torrealba   

@Felitorr935