El diseño, la capacidad de almacenamiento y de procesamiento de la información de nuestro cerebro, permite que nos diferenciemos del resto de los seres vivos, al estar facultados para ser emisores y receptores de información razonada entre ).
Hace años estuve observando unas clases de tiro instintivo por internet por pura curiosidad ya que ese curso los había pasado cuando apenas tenía la mayoría de edad. Pero me llamo la atención del instructor que siempre acuñaba el termino MEMORIA MUSCULAR para describir el entrenamiento de sacar la pistola rápidamente y disparar desde la cintura. Al final me decidí a tratar de aclarar lo que pensaba era un error el enseñar que EL MUSCULO TIENE MEMORIA o que esa memoria la podemos desarrollar con entrenamiento o ejercicios.
Cuando estamos entrenando para desarrollar el tiro instintivo, lo que estamos haciendo es grabar en nuestro subconsciente la técnica para disparar sin que tengamos que pensar conscientemente lo que debemos hacer en un momento de disparar por instinto ya que el agresor o agresores tienen la ventaja de la sorpresa y no nos podemos permitir perder valiosos segundos en pensar. Todo este razonamiento y entrenamiento lo hace el ESPIRITU HUMANO, que trasmitimos a través de las neuronas los mensajes para que el cuerpo haga determinadas acciones. Aprendemos a caminar, correr, nadar, disparar masticar y tragar conscientemente, habilidades que vamos almacenando en nuestro subconsciente, aquellas cosas que no necesitamos pensar para hacerlas.
Lo que, si hace el sistema nervioso central, es controlar los signos vitales del ser. Todo eso es automático, es parte de la naturaleza del ser, esto nos lleva a pensar que hasta los animales tiene espíritu, pero de un nivel inferir al nuestro, por la misma naturaleza de su cuerpo. Desarrollan habilidades de acuerdo con su medio natural, peces en el agua, aves en el aire, caballos. Los animales no tienen conciencia de lo que hacen porque todos es por instinto, no tienen pensamientos racionales, que no son producto de los químicos del cuerpo, porque las reacciones químicas obedecen al medio ambiente, a lo que respiramos o alimentamos el cuerpo físico. Se dice que los animales tienen una especie de espíritu colectivo de acuerdo a su raza o especie, pero el ser humano tiene un espíritu inteligente, que razona por si mismo, que analiza, cuestiona, aprende y desarrolla nuevas ideas con la experiencia y estudios. El robot no puede hacer eso.
La inteligencia, los conocimientos, habilidades que traemos de otras vidas y las que desarrollamos en esta, estas alojadas en el espíritu inmortal, si estuviera en nuestro cerebro se perdería al fallecer el cuerpo. Porque conservamos la memoria en nuestro espíritu, la respuesta la podríamos encontrar en los niños prodigio que nacen con habilidades que solo los adultos con muchos estudios y experiencia llegan a desarrollar, como escribir música, tocar instrumentos musicales cuando aun no sabemos ni leer ni escribir. Genios en las matemáticas que, en corta edad, están dando clases en Universidades. Podríamos decir, que tienen comunicación con otros espíritus ya muertos y estos lograr tener comunicación con ellos sin saberlo.
Conscientemente razonamos y lo que queremos hacer automáticamente lo grabamos en el subconsciente y este actúa en consecuencia. El cerebro humano esta diseñado para preservar la vida, para que muchas funciones se hagan de manera automática y sincronizadas, incluso muchas técnica y artes han desarrollado de tal manera que podemos cambiar los latinos del corazón a voluntad, dormir o despertar con siempre ordenes, pero todo conscientemente desde el espíritu dando órdenes a través de las neuronas y sus conexiones entre ellas.
Solo cabe preguntarse: Que función cumple el espíritu cuando encarna en un cuerpo físico, es como cuando entramos a conducir un vehículo, usar una computadora. Cazar, cocinar.
Felipe
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